Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, anunció el lunes 5 de abril en el Consejo de Asuntos Globales de Chicago su intención de trabajar con los países del G20 (foro internacional de gobiernos y presidentes de bancos centrales de países en desarrollo) para introducir un impuesto mínimo para las multinacionales a escala mundial. Esta es una de las propuestas en las que trabaja la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyo objetivo es reforzar los sistemas fiscales estables y justos ante la caída de la fiscalidad.
Impuesto mínimo para las multinacionales: un nuevo enfoque para apoyar la fiscalidad
En este sentido, Yellen aboga por un impuesto de sociedades mínimo a nivel mundial, afirmando que los gobiernos necesitan sistemas fiscales significativamente estables que generen suficientes ingresos y que los ciudadanos puedan compartir la carga financiera del gobierno de forma justa. Al mismo tiempo, denuncia que desde hace 30 años se está produciendo una carrera a la baja y que un tipo global de este tipo permitiría a las grandes empresas emigrar a países con menor fiscalidad y restar ingresos al erario público. Al mismo tiempo, señala que, debido a la crisis generada por la pandemia, EE.UU. está tratando de recuperarse con un paquete de estímulo muy ambicioso valorado en 1,9 billones de dólares, que ha sido aprobado por el Congreso.
Paquete de estímulo de Estados Unidos: una iniciativa para reducir los costes de las empresas
El dinero está destinado a financiar los 2 billones de dólares en inversiones que Biden realizará en el marco de su programa de infraestructuras, presentado la semana pasada, y que podría modernizar la economía elevando el tipo impositivo del 21% al 28%, lo que elevaría al 21% el mínimo que deben pagar las empresas estadounidenses por sus beneficios en el extranjero. Yelen insistió en que la economía necesita el plan para desarrollarse en igualdad de condiciones, impulsando el crecimiento, la prosperidad y la innovación.